Obra pública.

| 08 junio 2012 | 0 Opiniones |
Hace algunos meses, a nuestra flamante alcaldesa, Lorena Martínez, se le ocurrió meterse de lleno en las obras públicas, ya sea para mantenimiento o para embellecer la infraestructura, para realizar dichas acciones, se pidió sabe cuántos millones de pesos.

Que se lleven este tipo de acciones no las veo mal, al contrario, siempre es a beneficio de la sociedad, se supone.

El embellecimiento de ciertas áreas sin embargo, siempre me ha parecido un capricho del que está en el cargo. Pues, a mi manera de ver, importa más la funcionalidad de las instalaciones que su apariencia, eso lo veo más como un plus.

Sin embargo, la re-encarpetación que se ha realizado en las arterias principales [los anillos periféricos y otras como Héroe de Nacozari] me hablan de la pésima planeación. Comentaré en concreto de la Av. Héroe de Nacozari.

Hace más de dos meses empezaron las obras, las cuales, supuestamente habían sido terminadas y estaban por entregarse. Lo increíble ha sido que, en ciertos puntos, se ha tenido que volver a levantar el pavimento, puede uno ir por la avenida y toparse con hoyo tras hoyo, todos realizados al parecer por lo mimos: Olvidaron el alcantarillado. En ciertos puntos han abierto, mínimo hasta tres veces.

El colmo es el tramo olvidado, entre el segundo y tercer anillo, donde de plano, ‘olvidaron’ re-encarpetar y se limitaron a llenar de parches dicho tramo. Cada que he cuestionado a la alcaldesa por esta situación,  mediante twitter he sido ignorado [excepto una vez], si acaso obtengo respuesta, es por medio de otra cuenta que se limita a pedir disculpas por las molestias, y me anexan un enlace con las vías alternas, que como bien alguna vez comentó mi hermana, esas mismas vías alternas resultan estar también en obras.

Luego, vuelven a cerrar parcialmente dicha avenida, para la rehabilitación de banquetas, ¿no hubiera sido sencillo haberlo hecho en el momento en que estuvo cerrado por primera vez?, esta avenida es de las más transitadas en el estado, de hecho, recorre la cuidad de norte a sur, así que se han de imaginar los cuellos de botella en la hora pico. [No me vayan a salir con la comparación del tráfico de las grandes ciudades con esta pequeña ciudad, luego me hacen acordarme de la gente que compara climas *nota para el redactor: hacer un post de ese caso*]

Todo eso sin contar los días que están los escombros a medio camino sin que sean levantados y la nula señalización de las obras, la mayoría de las veces, uno se da cuenta hasta que está a escasos metros.

Qué chido que se trabaje en el mantenimiento de la cuidad, pero que lo hagan con verdadera planeación, porque, todo parece estar improvisado, si no, no entiendo porqué abrir y cerrar una y otra vez. También, no se si sea mucho pedir, pero eviten tener en obras de remodelación de las arterias  principales ¡AL MISMO TIEMPO! Caos.

God put a smile upon your face...

| 05 junio 2012 | 0 Opiniones |
Siempre me pondrá a sonreír como un idiota.

Ella se llama Estefanía y trabaja para una de las compañías refresqueras más grandes a nivel mundial. De aproximadamente un metro sesenta o sesenta y cinco centímetros de altura, cabello negro, ojos color miel, muy buen carácter, siempre o al menos las veces que he podido conversar con ella, de buen humor y una bella sonrisa.

La conocí un día que vino a ofrecer un producto de dicha compañía, hago hubo en la forma que lo pidió, además de la inmediata atracción que sentí, que no me quedó otra y acepté. Regresó más tarde junto con uno de sus compañeros a dejarme el producto, él se retiró y ella se quedó, me preguntó si se podía quedar para esperar a su mamá, obviamente, acepté.

Después de platicar unos diez minutos sobre cualquier cosa, llegó su mamá y su hermano menor, me los presentó y se fueron.

Ese día, fue la primera vez, después de mucho tiempo, que platicar con alguna chica, aunque fuera de asuntos un tanto banales,  me había dejado satisfecho y con mi sonrisa idiota.

Desafortunadamente, -aquí vienen algunos puntos de desventaja-, ella no trabaja en la bodega de la embotelladora que está a unos cuantos metros de aquí, sino en otra que está en las afueras de la cuidad. Ella viene una vez cada par de meses… si bien me va. Y siempre que pasa, va acompañada de algún supervisor, por lo cual, se dificulta un poco el poder platicar libremente con ella.

Desde aquella primera vez, cada que pasa por aquí, venga de visita laboral o no, voltea y me saluda y si me ve distraído me grita un ‘hola’ y ese simple gesto vuelve a traerme esa misma sonrisa de idiota de la primera vez y un revoloteo de alas de un Boing Jumbo… si las alas de los aviones revolotearan.

Semanas atrás, pude platicar con ella de manera más relajada [casi como la primera vez], a pesar de que venía acompañada, pues parece que ambos decidimos ignorar a su compañero lo más posible, aún así, me sentí algo intimidado –no por ella, sino por el acompañante-, como para pedirle su teléfono o invitarla a salir.

No voy a asumir nada, pero me gustó que mientras hablamos nuestras miradas nunca se apartaron y ambos sonreíamos. No quiero asumir nada.


Doña Asunción.

| 02 junio 2012 | 0 Opiniones |
Doña Asunción tiene cuarenta y dos años, su vida, según cuenta, no ha sido nada sencilla.

Originaria de la ciudad de Puebla ha radicado en México, D.F., Estado de México, Acapulco y ahora lo hace en Aguascalientes. Es una de doce hermanos, su papá, ya fallecido, solía tomar y era un hombre violento. Su mamá, quien aún vive, radica en el Edo. De México. Dice Doña Asunción, hará cochinito para un día visitarla.

Le encanta plantar en su patiecito, como le dice ella, ha plantado limones, aguacates, nopales, ha intentado criar pollos, quiere una gallina para así tener siempre huevos en la casa. Ahora tiene tres pollitos y ya desea que crezcan y engorden para comérselos. Sueña con volver al mar, pero no al horrible Acapulco.

No he sabido si asistió a la escuela, pero es fácil deducir que sí, lee de corridito, sabe hacer cuentas y escribir. No es ajena a la tecnología, aunque dice no saber usar una computadora, pero sabe que en Google puede buscar recetas y que con el Google Maps puede recorrer cualquier cuidad del mundo. 

Nunca se casó, o al menos no de la forma tradicional, pues a veces, cuando nos toca ver pasar a alguna novia, cuenta que le gustaría casarse para usar un vestido de novia. Vivió con un hombre, padre de sus dos hijos, un hombre y una mujer, ella de veinte años y el varón de dieciocho.

Hace tiempo abandonó a su marido, o mareado, como suele decir. Las razones, al menos una de ellas, que era/es un hombre desobligado que nunca brindó la atención que requiere una familia. Asunción, sin embargo, no se quedó en un rincón lamentándose.

La limpieza siempre ha sido su trabajo y de ésta manera ha podido criar a sus hijos. Dice, no quiere ver a sus hijos limpiando para los demás como lo hace ella y añade que no es porque sea algo indigno, sino que quiere una mejor vida para ellos, que si bien no pudieran llegar a tener una vida de lujos (sus hijos), que al menos tengan una con menores carencias.

Su hijo, Víctor, estudia la preparatoria, está a un año de terminar, su hija, Rocío, el pasado mes de enero acaba de ingresar a la licenciatura en mercadotecnia. Esto, obviamente ha hecho que la situación económica de la familia, que de por sí es complicada, se vea más afectada, pues, por ejemplo, su hija que trabaja durante la mañana y estudia por la tarde tenía que pagar algunas horas en un internet público debido a las tareas con la desventaja –además del monetario- que sólo podía hacer uso de este servicio por poco tiempo,  por cuestiones de horario. Por tal motivo, Doña Asunción tuvo agregar a la lista un pendiente más, además de la comida, luz, agua, escuelas, transporte.

Platica de sus carencias, de sus tristezas mientras baja el tono de voz, pero también platica a viva voz y con una sonrisa esos momentos felices como los que pasaba en aquel embarcadero de algún lugar del puerto de Acapulco, donde cuenta que comían pescado recién traído y en donde sus hijos aprendieron a nadar y si bien ella nunca aprendió, se lanzaba desde el muelle ataviada con su chaleco salvavidas.

Ley y el orden.

| 30 mayo 2012 | 1 Opiniones |
Hace algunas semanas llegó un policía vial al local preguntándome si podía dejarme su block de multas, como no me estorbaba en lo más mínimo accedí.

Durante la hora que estuvo dirigiendo el flujo vial tuve chance de echarle un ojo a una lista enmicada que estaba sobre todas las multas, la lista incluía todo el tipo de infracciones posibles además de una columna con el artículo que ampara dicha sanción, por ejemplo, si un motociclista va sin casto está suscrito en tal artículo, si un automovilista va hablando por celular en X, etc.

Hasta uno que no es policía vial entiende las infracciones, lo que no entiendo es por qué ellos no.

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En otra ocasión, un agente refunfuñón se paseaba por toda la calle y a todos les sacaba plática, llegó mi turno y después de unas preguntas que me realizó al azar se puso serio y me dijo:

-         ¿No tiene un tostón que me regale?, se lo pago en la quincena (50 pesos)
-         No, oiga. No traigo nada, pero deje veo
-         O una Sor Juanita (100 pesos), en serio se lo pago en la quincena…
-         No, de esos no tengo, nomás tengo este de diez.
-         Pues bueno, peor es nada.

Para qué era el dinero no lo sé, pero, ¿por qué carajos tendría que estarle mendigando a todos?

Pérdida de tiempo.

| 27 mayo 2012 | 1 Opiniones |
Otra vez llevaba  un par de párrafos tratando de llegar a una conclusión que podría resumirse en unas cuantas palabras: no se vale ir de pesca y lanzar varios anzuelos y ver qué pez pica. Eso me indica una terrible desesperación por sacar un clavo.

There's a lady...

| 24 mayo 2012 | 1 Opiniones |
Ella acapara mi atención, me parece guapa, atractiva y… sexy. Éste último término no suelo utilizarlo para describir a alguna mujer, pero el caso es que ella creo que, extrañamente, me parece necesario para describirla. De hecho, me parece muy sexy. 

No es por lascivo que la describa así de manera machista, dirán las feministas, pero no he hablado con ella para decir que me parece atractiva inteligencia [y créanme que conozco algunas con ese atractivo], o saber si tiene un genio de los mil demonios, por decir algo. Sé que hay algo más en ella que la apariencia.
Siempre va de prisa, con la mirada por lo regular hacia al frente, su cabello ignoro cuál sea su color natural, pues lo trae pintado de un tono rojizo, sin embargo, imagino que es café oscuro pues sus ojos son almendrados y negros, su nariz es pequeña y sus labios delgados y dibujando una especie de sonrisa, junto a su boca hay un lunar. Ella no es nada voluptuosa, al contrario. Por lo cual, todo lo anterior deja en claro que, para mi, sexy es lo contrario que para la mayoría de la gente. 

Pero creo que hay ciertos problemas. Fuma y creo que está poquito casada y al parecer tiene niños, aunque sólo la he visto una vez acompañada de ellos.

Cheers!

Jabón de algas sin estropajo.

| 22 mayo 2012 | 0 Opiniones |
 Hoy llegó una pareja al local. Un hombre y una mujer entre los treinta y cinco y cuarenta años. El hombre escuálido con un robusto bigote, con ojos adornados por obscuras ojeras,  tartamudea al hablar y parece que lee con dificultad, lo hace tal como lo haría un niño aprendiendo. La señora bajita, con su cabello en dos tonos y mascando chicle sin cerrar la boca y una voz aguda, sus manos descuidadas y las uñas unas son largas y otras cortas.

El señor se dirije a mi preguntándome si tengo jabón de algas, le muestro el que tengo y se lo entrego.

- E...este no es, es que mi...mire -mientras busca en su folder arrugado-, el a...abogado me dijo que fuera jabón de algas, y este es de algas ma...marinas
- Es el mismo Sr., y además, es el único que tengo
- Pe...pero, el abogado me dijo que traía el estropajo incluído.
- ¡Ah!, no, este no trae -abrí la caja para mostrárselo
- E..este tiene empaque, ¿de..debo sacarlo para usarlo?

Hice lo que pude para contenerme la risa, y más cuando me dijo que le hablaría al abogado, de hecho, lo hizo en mi presencia, y sí, le preguntó si estaba bien que fuera jabón de algas marinas, pero que tenía otra duda, ¿tenía que sacarlo del empaque cuando se bañara?. Ignoro si al otro lado de la línea el abogado trató, como yo, de no soltar una carcajada.

Al decirme que iría a buscar a otro lado, me dijo:

- Es que el abogado me recomendó que fuera un jabón con estropajo, para que el jabón no lastimara la piel de mi hija, es que le salieron barritos en los brazos y se puede lastimar.

Nada de lo que acabo de decir es ficción, todo fue real. Nunca entendí por qué fueron a consulta médica con un abogado.

To beard o not to beard

| 21 mayo 2012 | 1 Opiniones |
Este blog siempre ha sido banal, poco serio, jamás he jugado a ser escritor, ni he andado con poses de intelectual, ni de ideas sesudas, no es más que basura cibernética, así que lo anterior me lleva a filosofar un poco y a cuestionarme sobre uno de los grandes misterios de mi la vida: 

¿Por qué carambas tengo más de trece años usando barba y no pienso rasurarla jamás?

Cheers!

People on streets...

| 18 mayo 2012 | 0 Opiniones |
Me siento y veo pasar a la gente e invariablemente, cuando veo sus rostros, sus expresiones su forma de caminar y me pongo a inventarles situaciones, sus temores, sus motivos de alegrías, sus preocupaciones, me resulta divertido hacerlo.
Sin embargo, también me crea el deseo de poder leer las mentes, aunque, supongo la idea la tenemos más de uno, si se pudiera tener ese súper poder, seguro sería contraproducente y hasta provocaría locura, escuchar todos esos pensamientos de cientos de personas arremolinadas en las calles.

Cheers!

Para mi psicólogo VI

| 15 mayo 2012 | 1 Opiniones |
Me he vuelto bien pinche grosero, un chingo.

Consciente de la connotación que tiene, mi primer palabra altisonante fue ‘güey’, debió ser por ahí del primer año de secundaria, se la grité a un tipillo que intentaba hacerme la vida imposible.

A partir de entonces, el uso de improperios se volvió algo más común en mi vocabulario –sin ser tampoco, recurrentes-, pero eso sí, sabía en qué momento usarlo y frente a quién. Siempre en los recesos y con los amigos. Habiendo alguna mujer, fuera mi compañera de clases, amiga, o de algún otro grupo –y no se diga de la familia-, las suprimía completamente.

En la prepa, mientras más amistades femeninas hacía descubría que ellas también recurrían al lenguaje florido, no sin después de lanzar la palabrota, reír nerviosamente o sonrojarse; aún así, yo seguía sin decir una palabrota frente a ellas, pero con los amigos cada vez las usaba más.

En la universidad, justo ahí todo valió madre, ya cuando las mujeres te empiezan a pendejear o güeyear, estás perdido, pese a eso, jamás me he dirigido a mis amigas/conocidas/familiares como pendejas, pinches o similares. Pero eso sí, ya uso las palabrotas frente a ellas y frente a quien sea sin avergonzarme… sólo cuando alguna me reclama.

Pero creo, ya exagero en su uso, ya para todo, tengo que usar un pinche, o un que la chingada y es más notorio mientras manejo, o algo me hace encabronar y así.

No es que me de golpe de pecho, pero me gustaría ser como antes, cuando a los amigos les llamaba por sus apodos o nombres y no con el común güey, cuando decía entre dientes alguna maldición en la casa, cuando encontraba algún adjetivo mejor que el fácil insulto.

Cheers!

What?!

| 12 mayo 2012 | 2 Opiniones |
La gente con la que no llevo una relación estrecha y se quiere hacer la graciosa corre el peligro de parecerme pedante además de ser un factor determinante en la forma en cómo me dirigiré hacia esa persona.

Siempre he dicho que uno de los cientos de factores para que uno crezca es el aprender a reírse de uno mismo, pero cuando una persona que a duras penas te conoce y quiere hacer bromas o burlarse de ti o de cierta situación me parece, en cierta medida, ofensivo.

Que alguien a quien apenas trato pase y me diga ‘ya no vendas tanto’ acompañado de una risa, no una, sino en cada oportunidad que tiene y como si su café vendiera lo que vende un Starbucks, por ejemplo, me parece grosero, sobre todo porque no es la forma en que yo me dirijo hacia esa persona.

Cheers!

El deporte más bello del mundo... ¿?

| 09 mayo 2012 | 0 Opiniones |
Hace años, podía pasarme prácticamente todo el fin de semana viendo partidos de futbol, desde el primero del sábado haciendo zapping en aquellos horarios donde se empalmaban juegos, hasta que llegaba la hora de ver a las Chivas. Consumía prácticamente todo el futbol que proporcionaban.

Era quizás tan enfermizo que podía, en aquel entonces, decir al menos el cuadro titular de cada uno de los equipos.

Así fue durante algún tiempo pero la dosis fue reduciéndose hasta que prácticamente empecé a aborrecer el futbol. Bueno, supongo que exagero un poco. Pero sí he dejado de ver futbol, incluso, el blog que tenía dedicado a Chivas, lo eliminé hace meses.

Pero lo que sí es cierto es que, afortunada o desafortunadamente, a duras penas veo los partidos de las Chivas y uno que otro del Manchester Utd.

Lo que sí de plano no soporto es tanto canal deportivo que repite una y otra vez los juegos, no sólo  los de la jornada reciente, sino los de hace años. Jamás he encontrado sentido en eso. Al menos, no me interesa ver un Lecce vs Parma del año mil novecientos noventa y siete.

De vez en cuando me topo con algún juego, sobre todo de las ligas europeas por ejemplo y soportaré ver unos cuantos minutos para después perderme saltando de canal en canal sin ver nada en específico.

Cheers!

A Day In The Life.

| 07 mayo 2012 | 0 Opiniones |
Qué importa si ya no es el joven aquel.

Con un estadio Omnilife hambriento de eventos de calidad empezaba a llenarse poco a poco con gente deseosa de corear las canciones de una leyenda viviente, de un hombre icónico de la música y cultura popular, Sir Paul McCartney.

No es necesario siquiera mencionar cuántas generaciones se congregaron, ancianos, niños, jóvenes o cuánta gente vistiendo playeras con los rostros de Paul, George, John y Ringo, cuántas banderas de la Union Jack en sombreros,  o a aquel cuarteto de fans vestidos al estilo Sgt. Pepper. Todos congregados con el mismo fin del cual hasta la misma luna parecía querer ser testigo.

Empezando a las nueve treinta de la noche, sale Paul al escenario alzando su mano izquierda en señal de saludo, después de colgarse su bajo los primeros acordes de Magical Mistery Tour comienzan a sonar y todos estallamos de emoción que habíamos estado conteniendo.

Fueron tres horas con una seguidilla de éxitos musicales tanto de The Beatles como de la carrera de solista de McCartney [y Wings] como Drive My Car, Maybe I’m Amazed, The Long And Winding Road, A Day In The Life, Jet, Let It Be, Hey Jude, Nineteen Hundred and Eighty-Five, y muchísimos más para dar  forma al repertorio de aquella noche que contó con cuarenta canciones. Un recorrido por cincuenta años de historia.

La noche transcurrió entre el éxtasis y el repentino viento frío, pero jamás dejamos que eso afectara el ánimo.

Paul, procuraba hablar en español, o digamos, leerlo en el acordeón que yacía junto a él en el suelo, saludando con su ‘¡Hola, Guanatos!’, o refiriéndose a las canciones como ‘rolas’, explicando cómo gracias al ‘cuento de los tres conejos sentados bajo un árbol’ había ‘aprendido’ español.

A pesar de sus casi setenta años, es un hombre lleno de energía que a su vez es contagiada a nosotros como público, sin duda, su sólo carisma podría llenar el estadio.

En lo personal, la emotividad llegó a tal grado que, al escuchar The Long And Winding Road mi piel se enchinó e involuntariamente unas cuantas lágrimas brotaron, o cuando grité al  escuchar A Day In The Life, o Something [donde la intorducción la tocó con ukulele], Yesterday, o al ver salir a un mariachi para acompañar a Ob-La-Di Ob-La-Da.

No le puedo poner ni un pero al evento en gerenal, [quizás un tanto a nuestra ubicación, pero es lo de menos y a las cervezas, esas si eran una mentada de madre, cien pesos cada una], fue todo espectacular, escuchar todos esos éxitos en voz de uno de sus creadores no tiene comparación.

Una leyenda no se ve todos los días.

*Setlist:


* Les faltó incluir Paperback Writer.

   


Lúcido...

| 06 mayo 2012 | 0 Opiniones |
Hace algunos post les comentaba que soy una persona que rara vez recuerda sus sueños, el siguiente caso no sé si considerarlo sueño.

Semanas atrás, para ser exacto, el jueves santo, trabajé sólo medio día, por lo cual, la tarde la había destinado a ver películas, veía una que se llama ‘Templario’ y el sueño me venció.

No supe cuánto tiempo llevaba dormido pero al momento de querer despertar me pasó algo extraño, algo que jamás me había pasado.

Sabía que estaba despierto, y me sentía consciente, pero no podía abrir los ojos, cuando lo intentaba, escuché una voz metálica, una especie de susurro como escuchado a través de los audífonos, esa voz me desconcertó, volví a intentar abrir los ojos, de nuevo sin éxito, quería incorporarme, no lo conseguí, sentía calor imagino por mi esfuerzo en aquella extraña experiencia, mis brazos parecían atados, estaban sobre mi pecho, mis dedos, así como el resto de mi cuerpo parecía dispuesto a no obedecerme; me encontraba ansioso por no poder moverme, quise hablar, para que alguien me ayudara, ni una sola palabra pude emanar. La voz desconocida seguía escuchándose aunque ininteligible.

Tampoco sé cuánto duró el desconocido acontecimiento, pero en cuanto pareció que volví a tener control sobre mi cuerpo, tuve la sensación de agotamiento, como si aquello hubiera requerido de un desgaste físico importante.

Imagino que la experiencia es lo que llaman desprendimiento astral, se me subió el muerto o un sueño lúcido, lo que haya sucedido, sin duda fue interesante.

Cheers!

Sir Paul

| 05 mayo 2012 | 1 Opiniones |
...y yo en este momento en el estadio Omnilife, escuchando, viendo y vibrando con Sir Paul McCartney.

I'm just the pieces of the man I used to be...

| 03 mayo 2012 | 1 Opiniones |
Me detengo y me pongo a pensar y analizar que sin duda he cambiado, la vida siempre se encarga de eso.

Quizás, tocando temas un tanto banales, mis pies se parecen más al plomo que antes, quizás he dejado a la cabeza entrometerse un poco más y dejé de lado las decisiones viscerales o simplemente me he vuelto más frío… o cobarde.

Me encantaba ser el tipo de persona que, sin ningún motivo decía te quiero [sólo con pocas amigas lo hago sin recelo],  o por ejemplo dar una palmada, un abrazo, o interesarme en lo que la mayor parte de la gente quería contarme sea importante o no [claro que en caso de familia, amigos y ciertos conocidos me sigue importando]

Puedo decir que me gusta no una, sino varias chicas y sin embargo, al 97% de ellas no podría decírselo [porque no quiero], no se diga empezar una relación amorosa; es entonces cuando descubro que me he vuelto frío y hasta descorazonado.

Chicas han actuado con valor digno de admirarse y yo correspondo… pero sólo en un  principio, luego me pongo a analizar las situaciones y es entonces cuando todo vale madre, porque encuentro contras al por mayor, muchos de importancia mínima, pero que maximizo y termino otorgándoles mayor peso, que si está muy delgada, que si son tantos años de diferencia, que si es muy blanca, que si usa mucho maquillaje, que si no usa aretes, etc., y más absurdo etc.

Siempre siento que ‘falta algo’, una pieza, un engrane que haga funcionar la maquinaria, podrá parecerme la chica más inteligente, más alegre, más bella, más espiritual… pero siempre ‘le faltará algo’.
Pero, simplemente creo que se debe a que no tengo, por el momento, deseos de tener una relación.

Cheers!

It's Alright...

| 30 abril 2012 | 1 Opiniones |
Iba a hacer un post sobre los discos que la mayoría de la gente considera una mala aportación o en otras palabras, una porquería, pero tras cuatro párrafos de verborrea pura, andar en círculos, releer, reescribir y repensar lo escrito, no llegué al punto que quería llegar.

Sólo concluiré con algunos ejemplos de discos que la gente considera malos, pero yo no… por si tenían el pendiente.

St. Anger de Metallica
Hot Space de Queen
Technical Ecstasy de Black Sabbath
Let’s Dance de David Bowie
Horehound de The Dead Weather.

Cheers!