La gente con la que no llevo una
relación estrecha y se quiere hacer la graciosa corre el peligro de parecerme
pedante además de ser un factor determinante en la forma en cómo me dirigiré hacia esa
persona.
Siempre he dicho que uno de los cientos
de factores para que uno crezca es el aprender a reírse de uno mismo, pero
cuando una persona que a duras penas te conoce y quiere hacer bromas o burlarse
de ti o de cierta situación me parece, en cierta medida, ofensivo.
Que alguien a quien apenas trato pase y
me diga ‘ya no vendas tanto’ acompañado de una risa, no una, sino en cada
oportunidad que tiene y como si su café vendiera lo que vende un Starbucks, por
ejemplo, me parece grosero, sobre todo porque no es la forma en que yo me
dirijo hacia esa persona.
Cheers!