What?!

| 12 mayo 2012 | 2 Opiniones |
La gente con la que no llevo una relación estrecha y se quiere hacer la graciosa corre el peligro de parecerme pedante además de ser un factor determinante en la forma en cómo me dirigiré hacia esa persona.

Siempre he dicho que uno de los cientos de factores para que uno crezca es el aprender a reírse de uno mismo, pero cuando una persona que a duras penas te conoce y quiere hacer bromas o burlarse de ti o de cierta situación me parece, en cierta medida, ofensivo.

Que alguien a quien apenas trato pase y me diga ‘ya no vendas tanto’ acompañado de una risa, no una, sino en cada oportunidad que tiene y como si su café vendiera lo que vende un Starbucks, por ejemplo, me parece grosero, sobre todo porque no es la forma en que yo me dirijo hacia esa persona.

Cheers!

El deporte más bello del mundo... ¿?

| 09 mayo 2012 | 0 Opiniones |
Hace años, podía pasarme prácticamente todo el fin de semana viendo partidos de futbol, desde el primero del sábado haciendo zapping en aquellos horarios donde se empalmaban juegos, hasta que llegaba la hora de ver a las Chivas. Consumía prácticamente todo el futbol que proporcionaban.

Era quizás tan enfermizo que podía, en aquel entonces, decir al menos el cuadro titular de cada uno de los equipos.

Así fue durante algún tiempo pero la dosis fue reduciéndose hasta que prácticamente empecé a aborrecer el futbol. Bueno, supongo que exagero un poco. Pero sí he dejado de ver futbol, incluso, el blog que tenía dedicado a Chivas, lo eliminé hace meses.

Pero lo que sí es cierto es que, afortunada o desafortunadamente, a duras penas veo los partidos de las Chivas y uno que otro del Manchester Utd.

Lo que sí de plano no soporto es tanto canal deportivo que repite una y otra vez los juegos, no sólo  los de la jornada reciente, sino los de hace años. Jamás he encontrado sentido en eso. Al menos, no me interesa ver un Lecce vs Parma del año mil novecientos noventa y siete.

De vez en cuando me topo con algún juego, sobre todo de las ligas europeas por ejemplo y soportaré ver unos cuantos minutos para después perderme saltando de canal en canal sin ver nada en específico.

Cheers!

A Day In The Life.

| 07 mayo 2012 | 0 Opiniones |
Qué importa si ya no es el joven aquel.

Con un estadio Omnilife hambriento de eventos de calidad empezaba a llenarse poco a poco con gente deseosa de corear las canciones de una leyenda viviente, de un hombre icónico de la música y cultura popular, Sir Paul McCartney.

No es necesario siquiera mencionar cuántas generaciones se congregaron, ancianos, niños, jóvenes o cuánta gente vistiendo playeras con los rostros de Paul, George, John y Ringo, cuántas banderas de la Union Jack en sombreros,  o a aquel cuarteto de fans vestidos al estilo Sgt. Pepper. Todos congregados con el mismo fin del cual hasta la misma luna parecía querer ser testigo.

Empezando a las nueve treinta de la noche, sale Paul al escenario alzando su mano izquierda en señal de saludo, después de colgarse su bajo los primeros acordes de Magical Mistery Tour comienzan a sonar y todos estallamos de emoción que habíamos estado conteniendo.

Fueron tres horas con una seguidilla de éxitos musicales tanto de The Beatles como de la carrera de solista de McCartney [y Wings] como Drive My Car, Maybe I’m Amazed, The Long And Winding Road, A Day In The Life, Jet, Let It Be, Hey Jude, Nineteen Hundred and Eighty-Five, y muchísimos más para dar  forma al repertorio de aquella noche que contó con cuarenta canciones. Un recorrido por cincuenta años de historia.

La noche transcurrió entre el éxtasis y el repentino viento frío, pero jamás dejamos que eso afectara el ánimo.

Paul, procuraba hablar en español, o digamos, leerlo en el acordeón que yacía junto a él en el suelo, saludando con su ‘¡Hola, Guanatos!’, o refiriéndose a las canciones como ‘rolas’, explicando cómo gracias al ‘cuento de los tres conejos sentados bajo un árbol’ había ‘aprendido’ español.

A pesar de sus casi setenta años, es un hombre lleno de energía que a su vez es contagiada a nosotros como público, sin duda, su sólo carisma podría llenar el estadio.

En lo personal, la emotividad llegó a tal grado que, al escuchar The Long And Winding Road mi piel se enchinó e involuntariamente unas cuantas lágrimas brotaron, o cuando grité al  escuchar A Day In The Life, o Something [donde la intorducción la tocó con ukulele], Yesterday, o al ver salir a un mariachi para acompañar a Ob-La-Di Ob-La-Da.

No le puedo poner ni un pero al evento en gerenal, [quizás un tanto a nuestra ubicación, pero es lo de menos y a las cervezas, esas si eran una mentada de madre, cien pesos cada una], fue todo espectacular, escuchar todos esos éxitos en voz de uno de sus creadores no tiene comparación.

Una leyenda no se ve todos los días.

*Setlist:


* Les faltó incluir Paperback Writer.

   


Lúcido...

| 06 mayo 2012 | 0 Opiniones |
Hace algunos post les comentaba que soy una persona que rara vez recuerda sus sueños, el siguiente caso no sé si considerarlo sueño.

Semanas atrás, para ser exacto, el jueves santo, trabajé sólo medio día, por lo cual, la tarde la había destinado a ver películas, veía una que se llama ‘Templario’ y el sueño me venció.

No supe cuánto tiempo llevaba dormido pero al momento de querer despertar me pasó algo extraño, algo que jamás me había pasado.

Sabía que estaba despierto, y me sentía consciente, pero no podía abrir los ojos, cuando lo intentaba, escuché una voz metálica, una especie de susurro como escuchado a través de los audífonos, esa voz me desconcertó, volví a intentar abrir los ojos, de nuevo sin éxito, quería incorporarme, no lo conseguí, sentía calor imagino por mi esfuerzo en aquella extraña experiencia, mis brazos parecían atados, estaban sobre mi pecho, mis dedos, así como el resto de mi cuerpo parecía dispuesto a no obedecerme; me encontraba ansioso por no poder moverme, quise hablar, para que alguien me ayudara, ni una sola palabra pude emanar. La voz desconocida seguía escuchándose aunque ininteligible.

Tampoco sé cuánto duró el desconocido acontecimiento, pero en cuanto pareció que volví a tener control sobre mi cuerpo, tuve la sensación de agotamiento, como si aquello hubiera requerido de un desgaste físico importante.

Imagino que la experiencia es lo que llaman desprendimiento astral, se me subió el muerto o un sueño lúcido, lo que haya sucedido, sin duda fue interesante.

Cheers!