Agridulce

| 08 septiembre 2019 | |
Es sábado por la noche y decidí quedarme en casa e ignorar el chat de WhatsApp donde mis amigos se estaban poniendo de acuerdo para juntarnos y echarnos unos traguitos, pero por hoy paso, es uno de esos días en los que no quieres ni asomar la nariz por la puerta. Ahora el problema es que no encuentro qué hacer, empecé a ver una película en Netflix y en menos de media hora me aburrió, entonces dije, pongamos algo de música y escribamos un ratito, a ver si sale algo y decidí irme a la fácil, escribir sobre el show de Raquel Sofía al que asistí aquí en Ranchoquieto el cual mencioné en un post anterior.

Como preámbulo, yo solía ir a los espectáculos/conciertos/presentaciones solo, por ejemplo, el montón veces que he visto a Natalia Lafourcade (ya perdí la cuenta), sólo en un par de ocasiones fui acompañado. La verdad, ir solo nunca fue un problema para mi, pero en los últimos cinco o seis años he ido acompañado de algunos amigos a la mayoría de los eventos, claro, siempre ha sido para conciertos de rock/metal por lo cual, sé de antemano que con ellos no cuento para estos shows poperos porque ¡cómo un metalero se va a meter a un espectáculo así! no vaya a ser que los dioses del metal los vean y les quiten su carnet de metaleros, lo cagado es que luego salen con su clásico y falso 'no todo es metal', ajá.

Para esta presentación la verdad no se me apetecía ir solo, entonces pensé en invitar en alguna amiga, pero olvidaba que existían algunos obstáculos, ya saben, tienen novio y se olvidan de los amigos... o los ellos los que hacen que ellas olviden de uno y la verdad ya ni hace uno el intento de invitarlas, de las casadas pues mejor ni hablamos, es más, hasta le hice la invitación a una amiga que vive en otro estado y no tiene ese tipo de compromisos, aunque sabía que no se podría, pues era entre semana y además ella tiene sus actividades y fue cuando dije, 'pues ni pedo, voy solo'. 

Días antes fui a comprar mi boleto y a hacer mi reservación, el tipo que me atendió se quedó medio sacado de onda cuando le dije que era para una persona, ¿tan raro es? No le tomé mayor importancia.

Llegó el día 23 de noviembre, llegué a tiempo al lugar, yo diría que demasiado a tiempo, sólo había una mesa ocupada (al frente del escenario), le digo al tipo de la entrada que tenía reservación, doy mi nombre y me manda con otra persona, ésta me pregunta: '¿vienes sólo?', le respondo que sí, (yo por dentro preguntándome si eran pendejos o se hacían, tienen un papel en la mano con mi nombre y al lado entre paréntesis un maldito uno), me deja parado junto a un arco y me dice, 'ahorita te asigno una mesa'. ¡¿Qué?!, el lugar está prácticamente vacío, vengo solo ¿y no saben dónde ponerme?

Pasaron cinco minutos, diez, quince... y cada que pasaba el acomodador me decía 'al ratito te doy tu lugar' y así fue por aproximadamente 30 munitos más, tiempo en el que ni siquiera me ofrecieron la carta para pedir algo, nada. Luego, el encargado del lugar se para junto a mi y me dice:

- Amigo, ¿qué te parece si te sentamos en esa banquita de concreto -mientras apuntaba con el dedo índice- y te ponemos una mesita? Ya para que no estés parado...

(tuve que buscar una foto para que se entendiera un poquito mejor)

Le contesté no con el mejor ánimo ni los mejores modales:

Mira, güey, ya tengo una hora esperando mesa, llegué a tiempo, no me han ofrecido nada, vengo solo, no entiendo el puto problema.
- Te entiendo, es que es cuestión de logística, amigo.

¿Cuestión de logística? Creo que esa la debieron realizar desde días antes del evento, a ver, se necesitan equis número de mesas, en cada mesa va a haber equis número de personas, y una mesita para un imbécil que viene solo, y el día del pinche evento se preocupan sólo de acomodar a la gente y ya, los problemas de logística que tengas ese día serán mínimos, carajo.

Prácticamente por la desesperación acepté... pero igual les seguí valiendo madre porque nunca me indicaron que me fuera para allá ni pusieron la mesita, yo estaba indeciso, deseaba irme pero yo había pagado mi entrada y naturalmente no me iban a regresar un miserable peso, en eso, se vuelve a acercar el encargado, ahora con una propuesta diferente: 

- ¿No te incomoda compartir mesa con alguien más?
- Me incomoda estar aquí parado, eso me incomoda, a mi me vale madre compartir mesa, el chiste es que a las personas con quien me pongan no les incomode yo...
-  Espérame tantito...

Se dirige a una mesa con una parejita, les comenta la situación y a la distancia pareció que aceptaron sin problema (sólo intercambié un par de comentarios con ellos para no incomodarlos más de lo que pudieran estarlo).

Todo esto justo a tiempo, pues estaba por iniciar la presentación de la chica que le abriría a Raquel (lo siento, olvidé su nombre). Ya acomodado en la mesa, parecía que ya me consideraban cliente y no un estorbo porque se dignaron a darme una carta, entonces pedí una cerveza y algo para comer, ya sólo faltaba que llegara el turno de Raquel Sofía (por el cabreo nunca me di cuenta que mientras cantaba la otra chica, ella estaba detrás de mi *facepalm*).

En cuanto a la presentación de Raquel Sofía no tengo ninguna queja (ni del sonido del lugar), la primer canción la compartió con la otra chica y después de ahí fue sólo Raquel con su set acústico, interactuó con el público, se echó un par de mezcalitos y se portó a toda madre. Eso sí, su presentación me pareció breve pero la disfruté muchísimo, siempre lo voy a decir, el hecho de ver a un artista en vivo es cuando se descubre que tan artista es, y ella se come el escenario con su presencia y voz; si ya desde que la había escuchado en grabaciones de estudio por curiosidad aquella vez del
A Diva Voz me enganchó, ese día de noviembre terminó por convencerme, a tal grado que compré sus álbumes en iTunes (me los regalé de cumpleaños).

Terminando el evento, pedí mi cuenta de inmediato para irme a tomar una foto con ella y de ser posible platicar un poco, y claro, la cuenta no tardó en llegar, fue lo más rápido de la noche y noté que se habían equivocado, me cobraron un par de cervezas menos... ¿adivinen quién no dijo nada?, quizás fue su forma de disculparse por su mal servicio.

Pude platicar con ella muy poco mientras me firmaba una tarjeta, le comenté que la conocí gracias a Cecy y ella de inmediato sonrío diciendo 'la amo tanto, gracias por estar aquí', terminó de firmarme, me abrazó y nos tomaron una foto... que salió horriblemente, parece que la persona que la tomó tenía una mutación de alzheimer.

Spotify

1 Opiniones:

Anónimo Says:
lun sept 09, 03:46:00 p.m.

el eterno problema del forever alone.... =(
(pero que pasado de ogeis eso del acomodo provisional digo por la foto ¬¬ )

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