Hoy por la mañana me escribió un conocido y una de las primeras cosas que pensé fue: '¡por fin voy a verlo con menos frecuencia!'.
Ahora que el término "nueva normalidad" está tan de moda, lo voy a aprovechar para usarlo para "mi nueva normalidad" dentro de mi local, pues después de poco más de seis años, vuelvo a estar solo, mi amigo no estará más conmigo, todo a raíz de esta situación que hemos vivido es estos meses raros del 2020, por lo cual, este conocido que tenemos en común no tendría por qué pararse seguido ahí.
Sé además, que vendrán más cambios con esta nueva normalidad, se vienen 'más gastos', que en realidad son los mismos, pero ahora los cubriré yo al 100%, habrá una reducción en el flujo de gente, que por un lado es bueno para mantener a raya al estrés innecesario, pues como sabrán, mucha gente que entraba no iban conmigo, sino con mi amigo, así que es un alivio, pero por el otro lado es malo, pues menos gente significan menos ingresos (si un cliente iba con mi amigo había ciertas posibilidades de que me consumieran a mi, ahora esa opción queda anulada), por eso he pensado en meter más cosas al local, pero eso no lo voy a platicar aquí.
Sí, de cierta forma me pone nervioso, pero ya estuve antes en esta situación de hacerme cargo yo solo de todos los gastos, entonces, espero que dicha experiencia me sirva, a fin de cuentas, lo pesado (por lo tanto, lo que más me preocupa), es el pago de la renta, pues el internet y la luz en si no me preocupan mucho.
Claro que hay más beneficios, por ejemplo, la limpieza que tanto conflicto me creaba. El hecho de que no habrá visitas de gente indeseable que sólo iban para cromarle el rifle a mi amigo, y no, no es envidia, solo que me cagan los aduladores, en pocas palabras, podré mantener el local a mi gusto, que es algo que ya extrañaba, y quizás hasta pueda retomar el vicio de la lectura. La música, ¡la música!, como él llevó sus bocinas se creía que sólo se podía escuchar lo que él quería, pero a pesar de que nos gusta prácticamente lo mismo, yo no siempre deseaba escuchar lo que él quería, (que por lo regular era el mismo playlist, ¿para eso paga Spotify?), por eso recurrí al uso de audífonos.
Y algo importante, sanear la amistad que empezaba a tornarse tensa.
...y ya, no se me ocurre nada más.
0 Opiniones:
Publicar un comentario