Estos días mi correo electrónico ha estado muy solicitado y no es presunción, porque mi bandeja de entrada prácticamente estaría bañada en telarañas si no fuera por las notificaciones de Facebook, Twitter y Tumbrl.
Por otro lado, mi bandeja de spam es la que tiene más actividad, ahí me llegan todos los correos de los operadores mayoristas, que siguen sin quitarme de sus listas cuando tengo ya, un año nueve meses sin trabajar en la agencia de viajes, además de las misivas de farmacéuticos gringos que están muy interesados en que yo esté bien.
Lo más curioso y alarmante es, que de los correos que me llegan ahí, son del banco BBV Bancomer, desde el asunto de cada e-mail es alarmante. ‘Su tarjeta ha sido mal utilizada’, ‘Responda este correo para blindar su tarjeta’ y el peor de todos: ‘Cuenta suspendida temporalmente’.
Sé cuál es el objetivo de esos correos, confundir a la gente y que ésta regale sus datos a gente mal intencionada y después hacer uso de esas tarjetas. ¿Cómo lo sé? Pues porque JAMÁS en mi vida he tenido tarjetas de crédito, lo máximo que tuve fue una de débito y no era de ese banco.
Ya una ocasión le ocurrió algo similar a mi papá, afortunadamente, lo comentó antes de hacer algo de lo que pudiera arrepentirse después.
Hasta donde sé, los bancos no usan correos electrónicos para hacer ese tipo de ‘aclaraciones y advertencias’, por obvias razones; es más, si hasta las llamadas que hacen supuestamente desde las instituciones bancarias están de pensarse, pues, cómo es posible que, después de que te llaman y preguntan por Fulanito Pérez Martínez te pidan tu nombre y número telefónico, ilógico, ¿no?, eso por poner un ejemplo.
Me cae que si la gente usara ese ‘talento’ para embaucar gente, otro gallo nos cantaría.
Cheers!