Ayer pensaba escribir un poco sobre el hazmereír que se ha vuelto Chivas, pero decidí mejor abrir una cerveza y ponerme a ver cualquier cosa en YouTube. Hoy, siento menos ánimo que ayer, pero aquí vamos.
Quinta derrota en el torneo, sólo por no sumarle las otras tres derrotas del torneo pasado (recordando que Boy llegó con cuatro partidos para cerrar aquel clausura 2019). Chivas, desde hace tiempo, no me he cansado de decir que está a la altura de cualquier equipo de medio pelo, con dirigentes mediocres que ponen técnicos mediocres. Un día amanecimos con la noticia que Raúl Arias era el técnico, otro que Xabier Azkargorta, Efraín Flores, luego Paco Ramírez y una lista larga de entrenadores basura, por lo cual, no era de sorprenderse que se contratara a un técnico con más de 30 años de carrera y sin ningún logro, ningún título, Tomás Boy.
Quinta derrota en el torneo, sólo por no sumarle las otras tres derrotas del torneo pasado (recordando que Boy llegó con cuatro partidos para cerrar aquel clausura 2019). Chivas, desde hace tiempo, no me he cansado de decir que está a la altura de cualquier equipo de medio pelo, con dirigentes mediocres que ponen técnicos mediocres. Un día amanecimos con la noticia que Raúl Arias era el técnico, otro que Xabier Azkargorta, Efraín Flores, luego Paco Ramírez y una lista larga de entrenadores basura, por lo cual, no era de sorprenderse que se contratara a un técnico con más de 30 años de carrera y sin ningún logro, ningún título, Tomás Boy.
La suerte que ha tenido Boy le han dado unos cuantos resultados que han maquillado su mediocre estancia en Chivas. El torneo pasado lo que le dio créditos A Tomás, a pesar de haber perdido tres partidos, fue vencer a un invicto León. Se inicia un nuevo torneo perdiendo tres a cero contra Santos, pero una vez más, vendría un resultado que maquillaría la pobreza de Tomás como técnico, vencer a Tigres, seguido de dos resultados positivos... ante Puebla y Atlético San Luis, aún así, el equipo seguía sin demostrar un estilo de juego y una tremenda fragilidad y falta de gol, tanto así que, en los siguientes seis juegos se registraron 4 derrotas, un empate y una victoria. Esa victoria, volvió a darle aire a Tomás, pues fue contra los amargos del Atlas, pero una vez más, sirvió como simple maquillaje a su pésimo desempeño.
La derrota de ayer, si bien se dio por errores puntales de jugadores, como perder balones en la salida, el penal y la malísima marca dentro del área, también pesa la loza enorme de mediocridad con la que vive Boy. Tras un pésimo primer tiempo, que al minuto 17 ya estás perdiendo y que de forma milagrosa empatas en el último segundo, inicias la parte complementaria mejor que el rival, incluso te pones arriba en el marcador, pero faltando 24 minutos haces cambios para cuidar el marcador, ¿es algo que haría un equipo grande y un técnico experimentado? Pues bueno, dejando de lado la gloriosa historia de Chivas a un lado, hoy no se comporta como equipo grande y Tomás Boy su única experiencia es la mediocridad.
¿Seguirá a cargo del equipo? El próximo partido es contra las águilas, ¿será que vuelva a tener suerte y salvar el cuello? ¿Hasta qué punto están realmente contentos los altos mandos del club con el desempeño del club en general? ¿Por qué tanta paciencia con Boy y con otros técnicos no?
Y no sólo es culpa del villano de toda la vida, que suele ser el técnico, sino también de los jugadores y su prácticamente nulo compromiso con el club, son pocos los que demuestran al menos vergüenza deportiva y curiosamente, son jugadores que no fueron formados en el club, como Brizuela, Molina (americanista), Briseño (atlista), Van Rankin, Mier hasta Alanís, de los canteranos (que se supone quieren al club) y del arrogante sobrevalorado de Pulido ni hablamos, más de la mitad de ellos no deberían estar en el club.
Lo peor de todo es la apatía de todos en general, Chivas está en zona de descenso, pero como hay un club peor, como Veracruz, parece que no les preocupa en lo más mínimo, por eso, imagino que pase lo que pase ante las águilas, nada cambiará, a pesar de seguir estando en penúltimo lugar del descenso y en el 14 de la tabla general. Nada ha cambiado desde la última vez que hablé del equipo (hace casi un mes).
Me hubiese encantado jugar en Chivas porque es un grande. Es de los clubes que más hinchas tiene en el mundo. Matías Almeyda
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