La odio.
Odio esta vieja, incómoda y sarrosa tarja. Ahí, siempre arrinconada, temerosa, con su verde enfermizo. La odio. Su otrora brillante luce siempre ocupada, aunque no sea de trastos, aún así, la odio.
Y la odio porque, a veces deja salir su chorro como el de algún hombre con problemas de próstata o algo similar a una cascada. Por eso, la odio, porque siempre he de terminar con la ropa mojada.
1 Opiniones:
dom jun 24, 12:17:00 a.m.
Odias la pipí?
No entendí...jajaja
Yo odio muchas cosas..
Saluditos!
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