Me detengo y me pongo a pensar y analizar
que sin duda he cambiado, la vida siempre se encarga de eso.
Quizás, tocando temas un tanto banales, mis
pies se parecen más al plomo que antes, quizás he dejado a la cabeza
entrometerse un poco más y dejé de lado las decisiones viscerales o simplemente
me he vuelto más frío… o cobarde.
Me encantaba ser el tipo de persona que,
sin ningún motivo decía te quiero [sólo con pocas amigas lo hago sin recelo], o por ejemplo dar una palmada, un abrazo, o interesarme
en lo que la mayor parte de la gente quería contarme sea importante o no [claro
que en caso de familia, amigos y ciertos conocidos me sigue importando]
Puedo decir que me gusta no una, sino
varias chicas y sin embargo, al 97% de ellas no podría decírselo [porque no
quiero], no se diga empezar una relación amorosa; es entonces cuando descubro
que me he vuelto frío y hasta descorazonado.
Chicas han actuado con valor digno de
admirarse y yo correspondo… pero sólo en un
principio, luego me pongo a analizar las situaciones y es entonces
cuando todo vale madre, porque encuentro contras al por mayor, muchos de
importancia mínima, pero que maximizo y termino otorgándoles mayor peso, que si
está muy delgada, que si son tantos años de diferencia, que si es muy blanca,
que si usa mucho maquillaje, que si no usa aretes, etc., y más absurdo etc.
Siempre siento que ‘falta algo’, una pieza,
un engrane que haga funcionar la maquinaria, podrá parecerme la chica más
inteligente, más alegre, más bella, más espiritual… pero siempre ‘le faltará
algo’.
Pero, simplemente creo que se debe a que no
tengo, por el momento, deseos de tener una relación.
Cheers!
1 Opiniones:
dom may 06, 01:27:00 a.m.
Pues no sé si sea eso...pero no te hagas tan rígido y crítico...eso no ayuda.
Tantas veces he deseado ser más valiente y más decidida...pero el miedo bloquea.
Saluditos!
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