Frases

| 05 septiembre 2009 | 3 Opiniones |
'Cuando se apagan las luces antes del concierto y se oyen los gritos del público a mi no me afecta tal y como afectaban a Freddie Mercury, a quien parecia encantarle que el público le amase y adorase. Lo cual admiro y envidio muchísimo'



Kurt Cobain
[Extracción de su supuesta carta de suicidio]



Bueno, aprovechando la frase y para seguir con la tradición, hoy [5 de Sept.] es el aniversario 63 del nacimiento de Freddie Mercury.

Cheers!


Exo-Politcs

| 04 septiembre 2009 | 1 Opiniones |
Perdiendo el tiempo en internet, me encontré el siguiente artículo, es sobre la portada Black Holes and Revelatios, de Muse [cuando ni información del grupo buscaba], así que para los que no les late [no pos a nadie] pues mejor no sigan leyendo porque si es muy largo.

Me gustó el análisis que hizo del arte del disco, que si bien algunas cosas yo las interpretaba de esa manera, otras ni siquiera las imaginé. Yo digo que todo calza muy bien, y es que, Matthew Bellamy siendo alguien con inclinación y adoración de las teorías de conspiración, extraterrestres y temas similares, las siguientes ideas no me suenan tan descabelladas.



"Por que a veces lo simple es lo mas complejo." Podria ser la frase que resumiría todo lo relacionado con el que fuese el último disco de estudio hasta la fecha publicado por la banda británica "Muse", Black holes & Revelations.

Ya de por si mucha gente considera este grupo como muy especial, por su virtuosismo, por sus líricas cargadas de denuncias sociales y paranoias varias, por sus excelentes directos y reinventarse a cada disco que publican. Con BH&R, dieron un paso mas allá, explotando otra faceta, la de los mensajes subliminales, esos que no ves a simple vista, pero que están ahi.

Y la portada del disco BH&R es una de las mayores muestras conceptuales sobre los mensajes ocultos que podemos encontrar en estos dias. Un mensaje duro que golpea brutalmente a nuestra sociedad, pero que no son muchos los que estan capacitados para verlo, por ello hoy, quiero transmitiroslo.

Que veis en esta portada? 4 tios sentados alrededor de una mesa en un desierto? Eso es lo simple, lo que muchos pensaran, lo que muchos no entenderan. La realidad es otra.

Para comenzar a descifrar el acertijo, hay que empezar por el título del disco, Black Holes & Revelations, y quedarnos con una de las palabras, "Revelations". Quien piense que su significado es "Revelaciones" estará cometiendo el primer fallo. No significa "revelaciones", sino "Apocalipsis".

En la biblia, el apocalipsis es el último libro, y en ingles, recibe el nombre de "Book of revelations". Tenemos la primera pieza. Lo que mas recuerda la gente sobre el apocalipsis son sus 4 caballeros, y mirad por donde, aparecen 4 personas sentadas en la mesa. Casualidad? No, pero vamos a relacionar a los caballeros con algo del disco.

La única relación posible esta en la última canción del disco, "Knights of Cydonia" (Caballeros de Cydonia). La palabra caballeros está ahi, pero como relacionarla con esos hombres de la portada? Pasamos a la siguiente palabra clave, "Cydonia".

Cydonia en vista aerea


No muchos sabrán que es Cydonia, pero con google seguro que lo descubris. De todos modos os lo digo, Cydonia es una region del planeta Marte. Concretamente una region donde se descubrieron lo que se llamaria "Las caras de marte", una serie de estructuras donde aparecian con forma de caras, lo que suscitaba a teorias sobre civilizaciones antiguas en marte.

Que pinta marte en todo esto? Bueno, volvamos a la portada antes de que nos estalle la cabeza. Vamos a hacer un juego, mirad la portada durante medio minuto, intentad buscar la relacion con Marte, y sinó, mirad la respuesta en el siguiente párrafo.

Lo habeis encontrado? Exacto. La clave está en 2 detalles. La primera, el color rojizo de la tierra, como la de marte. Pero como esto puede pensar la gente que tambien hay zonas de la tierra con el color del suelo muy rojizo, vamos al segundo detalle: La propia tierra y la luna aparecen en la parte alta de la imagen.

Tierra rojiza y la tierra en el fondo, esta claro que es marte. Concretamente Cydonia, en referencia a Knights of Cydonia, y esta misma habla de unos caballeros en Cydonia, 4 exactamente son los que aparecen en la portada, 4 al igual que el libro del apocalipsis, que tiene su referencia en el titulo del disco. Conclusión, todo esta conectado, el titulo del disco, de la última canción, y la imagen la corrobora.

Pero esto no es todo por que, que clase de mensaje hacia nuestra sociedad es recrear a los 4 jinetes del apocalipsis en medio de marte? Ahora viene la segunda parte, la de la chicha, la del puñetazo en la cara para todos nosotros.

Como podeis observar, cada jinete tiene un traje distinto, uno dorado, otro con espejos, otro con ojos dibujados, y otros con simbolos religiosos de todas las religiones.

El significado es directo, los trajes simbolizan a 4 problemas de nuestra sociedad actual, y digo problemas por que si estan simbolizados en los jinetes del apocalipsis, esta claro que no los estan pintando como cosas buenas.

En las propias palabras del lider de Muse, Matthew Bellamy, cada traje representa uno de los 4 males de la humanidad actualmente.

Y esos males son estos: El dinero y los ricos, representado por el traje dorado; el gobierno esta representado por el traje con ojos, metáfora de que "el gobierno todo lo ve y lo controla"; los simbolos religiosos son referencia clara a la religión. Y por último el traje de espejos, imitando a unos paneles solares, son los recursos naturales, aunque mas bien sería la explotación de estos.

Recreación 3D de la "cara" de Cydonia


Curiosamente, en la mesa vereis que hay unos caballos pequeñitos, en lo que Dominic Howard, bateria de Muse, explico que es una metáfora que viene a decir que los jinetes del apocalipsis que se simbolizan en la imagen del disco, han dejado pequeños los pecados de sus propios caballos, por eso aparecen pequeños, estos 4 han superado en maldad a los corceles, que en el libro del apocalipsis, simbolizaban al anticristo, la guerra, el hambre y la muerte.

Tambien esta el detalle de que solo se ven 3, a lo que pensareis que es una errata pero no, el 4º caballo está en esa imagen, ahora os la comentaré.

Vamos a centrarnos en otro aspecto de esta imagen, las miradas de los jinetes. Si, tambien cuenta la mirada.

Observadlos fijamente. Veis como por ejemplo el jinete dorado que representa la clase alta y el dinero, mira al gobierno fijamente, y da la espalda a la religión, que la mira fijamente, una referencia de como la alta sociedad intenta contar con el apoyo del gobierno, o incluso formar parte de él, tambien la conexión que aparentemente hay entre ellos (aunque el gobierno no devuelve la mirada, pues tiene algo que le preocupa mas), mientras que los ricos han olvidado y renunciado a cualquier conexión con la religión.

También fijaos de que el brazo derecho del hombre con el traje dorado, esta sobre la mesa, en dirección al hombre de espejos que representa los recursos naturales. Signo de que los ricos intentan sacar tajada de los recursos naturales, para enriquecerse mas. Esto se puede ver en nuestra actual sociedad con el caso de los jeques de paises árabes, que se enriquecen explotando el petroleo, materia prima codiciada por las sociedades desarrolladas.

El gobierno en cambio mira fijamente a el hombre de espejos, los recursos naturales, alusión del control que quiere tener el gobierno sobre estos y su explotación. También el hecho de que esté de espaldas es un signo de que el gobierno no muestra a la sociedad sus verdaderas intenciones, su verdadera realidad; solo nos enseñan su presencia, y lo que quieren que veamos, sus ojos que nos vigilan.

El hombre que representa la religión mira fijamente al dinero, clara descripción de como la religión a lo largo de la historia a usado esto para enriquecerse. Pero ademas este hombre tiene unos tapa ojos (o como se llamen) que simboliza la misma ceguera que provoca la fe en las personas. Por cierto, el tapa ojos de caballos es la referencia al 4º corcel desaparecido.

Por último los recursos naturales, miran fijamente al gobierno, conscientes todos de que estan siendo sobreexplotados. La mirada la explicaré al final del todo.


La explotación de recursos naturales es una realidad


Es fascinante todo lo que se puede sacar de esta simple imagen, pero no acaba la cosa aqui. Algo tenia que representar la tierra en la imagen, además de decirnos que estan en marte (un lugar desolado y desértico, otra simbologia de como quedará nuestro mundo si ganan estos "jinetes"). No es muy dificil deducir que la tierra representa a la sociedad, a todas las personas que no pertenecen a ninguno de estos 4 males, a la gente corriente. El mensaje es claro, estos 4 "jinetes" estan totalmente fuera de nuestro alcance, al igual que no podemos o es casi imposible actualmente llegar a marte, es imposible llegar a donde estan los ejes centrales que controlan estos 4 males.

Pero por otro lado, al igual que la tierra que vemos en la imagén, cada dia vemos a los 4 "jinetes" actuar, vemos los movimientos del gobierno, la sobreexplotación de recursos, sin poder evitarlo, la religión en el dia a dia de millones de personas, y el dinero de los acomodados actuar. Los vemos ahí pero son casi innalcanzables para nosotros, estan muy lejos de nosotros, casi tanto como de la tierra a marte.

Como coletilla final a la portada del disco, una referencia con otra de las canciones del disco: City of Delusion. Pero esta vez no es con el título, sino con la letra, concretamente 4 frases que representan a cada uno de los caballeros del apocalipsis.

El primero, la religión, estaría relacionada con la frase: I will avenge and justify my reasons with your blood (“Vengaré y justificaré mis razones con tu sangre”). Es una clara alusión a las innumerables guerras, batallas y muertes que se han realizado a lo largo de la historia, en nombre de dios, actualmente lo podemos ver en "la guerra santa" que proclaman movimientos islamicos, en nombre de Alá. La religión y la fe como justificación para matar y segar vidas, una realidad como pocas.

Al gobierno le corresponde la frase: I choose to hide, from your all-seeing eye (“Elijo esconderme del Ojo que todo lo ve”). Aunque mas que una frase que describa al gobierno, es una frase que describe la sociedad en su afín de evitar que el gobierno tenga el control absoluto de sus vidas.

A la alta sociedad y el dinero le corresponde la frase: Do not deny, that you live and let die (“No niegues que vives y dejas morir”). Referencia clara a como la clase alta vive por todo lo alto, omitiendo y despreocupandose del resto de la sociedad, sin importar si estos viven o mueren, indiferencia total.

Por último los recursos naturales, le corresponde esta frase: You’ll not rest and settle for less, until you squander what’s left (“No descansarás ni te calmarás hasta que derroches lo que queda”). Una frase que describiría la situación de los recursos naturales frente a los gobiernos, el inminente agotamiento de las reservas de petroleo, la deforestacion y desertizacion, la extinción de especies de animales...

Hubo una teoria en la que la representacion del hombre de espejos se cambiaba de los recursos naturales por los medios de comunicación, por eso de que los espejos serian una metáfora de que los medios de comunicación "reflejan" a los otros, pero solo la fachada, el exterior, siendo manipulada y controlada por el gobierno, quien la mira fijamente. Pero si habeis llegado hasta aqui, vereis que aunque no es mala teoria, no casa del todo, sobretodo con la frase de City of delusion. Definitivamente, el hombre de espejos es la explotacion natural.

Dejé para el final lo que significaba la mirada final del hombre de espejos que representa a los recursos naturales. Como vereis, los 4 jinetes estan sentados de manera que parece que esten hechando una partida de poker, y los recursos naturales, miran fijamente al gobierno.

Esto significa que el gobierno es el siguiente en jugar carta en este juego maldito (de hecho, no se le ve las manos en la imagen, pero se le ven los codos flexionados, apoyando los brazos en la mesa, como cuando juegas a las cartas) , y que el hombre de espejos depende de esa jugada, de si el gobierno quiere finalizar la partida, ayudando a los recursos naturales, o en cambio, quiere el gobierno continuar con este juego, un juego que dejaria a nuestro planeta tan muerto y tan desertico como las rojizas tierras de cydonia.


Bueno, creo que estaría de más agregar algún comentario a esto.

Cheers!

Absolute Greatest

| | 4 Opiniones |
Semanas atrás hablé sobre la 'sorpresiva' salida de otro disco de Queen, del cual dije que no sería mas que pan con lo mismo [y obviamente lo fue], hoy me llega a mi correo la 'maravillosa' noticia de que al parecer ya está disponible, al menos eso deduje porque en el correo no trae fecha de lanzamiento. La cual, de verdad me tiene sin cuidado... [Ya revisé la página oficial y en el Reino Unido y resto del mundo sale el 9 de Noviembre, en gringolandia el 10.] Y sí, había cuatro canciones que podrían haberle dado 'frescura' al disco pero ninguna de las cuatro aparece.

Pues bien, saldrá en cinco versiones, como lo hacen ya muchos grupos. La primer versión será sólo el CD, la 2da. CD+DVD con los comentarios sobre las canciones por parte de Brian May y Roger Taylor.

La tercera versión me parece más interesante que las anteriores, ya que contiene un libro de 54 páginas, el CD, los comentarios.. pero sólo en audio, fotos 'nunca' antes vistas, memorabilia y las letras escritas a mano... ¿de quién? y acceso para ver los videos en línea de los 20 tracks en vivo... ¬¬ hay cuatro temas que jamás se tocaron en vivo, al menos con Freddie vivo.

La cuarta dice 3LP, imagino que discos de acetato porque dice que son en vynil, como todos disponemos de tan antigua tecnología, jeje, un librito de 12" de fotos, acceso a los videos todo en esto en una cajita.

El tracklist del Absolute Greatest.

01. We Will Rock You (Brian May)
02. We Are The Champions (Freddie Mercury)
03. Radio Ga Ga (Roger Taylor)
04. Another One Bites The Dust (John Deacon)
05. I Want It All (Queen)
06. Crazy Little Thing Called Love (Freddie Mercury)
07. A Kind Of Magic (Roger Taylor)
08. Under Pressure (Queen-David Bowie)
09. One Vision (Queen)
10. You’re My Best Friend (John Deacon)
11. Don’t Stop Me Now (Freddie Mercury)
12. Killer Queen (Freddie Mercury)
13. These Are The Days Of Our Lives (Queen)
14. Who Wants To Live Forever (Brian May)
15. Seven Seas Of Rhye (Freddie Mercury)
16. Heaven For Everyone (Roger Taylor)
17. Somebody To Love (Freddie Mercury)
18. I Want To Break Free (John Deacon)
19. The Show Must Go On (Queen)
20. Bohemian Rhapsody (Freddie Mercury)

Insisto, yo preferiría comprar un DVD de algún concierto en los 70's [porque hay como tres de los 80's con Freddie y su bigotazo y ninguno de la época anterior... oficialmente], material 'desconocido', un documental, etc, etc... a un disco que no trae nada fuera de lo normal. Mientras los Beatles sacan su Rock Band, Queen saca su Queen SingStar, que no es otra cosa mas que un simple karaoke.

En fin...

...God Save The Queen!


Ha - ha!

| 02 septiembre 2009 | 2 Opiniones |
Por la mañana, mientras empezaba el mensaje del tercer informe de gobierno de Felipe Calderón, Presidente Constitucional de los Estados Unidos Mexicanos [pa' que les siga calando], un reportero de Milenio dijo que el rebelde Fernández Noroña intentaba entrar al evento, al cual NO FUE INVITADO [pues Calderón se dió el lujo de elegir quién asistía y quién no, en un acto de favoritismo si quieren], aunque él aseguraba que sí. Digo, este tipo está fichado por el gobierno, todos conocemos lo rijoso que es, es un tipo provocador, le encantan las revueltas, es una joyita en pocas palabras. Pero obvio no se iba a quedar callado, argumentando que el cerco que pusieron en Palacio Nacional era anticonstitucional, pues evitaba el libre tránsito.

Yo sé que fue hace mucho, pero creo que ya se le olvidó cuando, el Mesías Tropical bloqueó sabe cuántas calles en el D.F., pero obvio, como fue un acto 'legítimo' no iba en contra de la Constitución. Y no es que yo diga que uno esté actuando bien o que el otro esté actuó mal, el problema aquí es el doble discurso con el que siempre [todos] los políticos se manejan. Además, dudo que Noroña fuera a ir para sentarse, escuchar, aplaudir e irse [como los invitados que SÍ fueron invitados haha, vlr], este güey iba a lo que le encanta, a gritar quien sabe cuántas cosas en contra del pelele.

Granaderos impiden paso de Fernández Noroña a Palacio Nacional
El diputado del Partido del Trabajo, Gerardo Fernández Noroña, acudió con otros legisladores para tratar de ingresar al recinto durante el mensaje de Felipe Calderón

Alberto Torres
El Universal
Ciudad de México Miércoles 02 de septiembre de 2009
09:29

El diputado federal por el Partido del Trabajo (PT), Gerardo Fernández Noroña, así como otros cuatro legisladores intentan ingresar a Palacio Nacional, donde el Presidente Felipe Calderón ofrece un mensaje con motivo de su Tercer Informe de Gobierno, sin que el Estado Mayor Presidencial (EMP) les permita el paso.

Después de ingresar al cerco que el EMP y la Policía Federal establecieron afuera del recinto, el legislador fue repelido por los elementos que también golpearon a miembros de la prensa.

El diputado fue replegado hacia el edificio del gobierno del Distrito Federal, al tiempo que granaderos arriban para evitar que ingrese al acto solemne.

Bueno, no sé qué se podía esperar de estos tipos, si bien ya le bajaron a su desmadre, siguen con las mismas pendejadas de hace tres años.

Como dato curioso, cuando busqué la foto para este post, [que por cierto no sé de cuándo haya sido, pero está buena jiji], Google entre sus sugerencias me puso lo siguiente:

Jajaja, igual de rebeldes...

Cheers!

Feeling Good...

| 31 agosto 2009 | 1 Opiniones |






Birds flying high
You know how I feel
Sun in the sky
You know how I feel
Reeds driftin' on by
You know how I feel
It's a new dawn
It's a new day
It's a new life
For me
And I'm feeling good

Fish in the sea
You know how I feel
River running free
You know how I feel
Blossom in the tree
You know how I feel
It's a new dawn
It's a new day
It's a new life
For me
And I'm feeling good

Dragonfly out in the sun you know what I mean,
don't you know

Butterflies all havin' fun you know what I mean
Sleep in peace when the day is done
And this old world is a new world
And a bold world
For me

Stars when you shine
You know how I feel
Scent of the pine
You know how I feel
Yeah freedom is mine
And I know how I feel
It's a new dawn
It's a new day
It's a new life
For me

And I'm feeling good

Un árbol de Noel y una boda

| | 1 Opiniones |
Hace un par de días asistí yo a una boda... Pero no... Antes he de contarles algo relativo a una fiesta de Navidad. Una boda es, ya de por sí, cosa linda, y aquella de marras me gustó mucho... Pero el otro acontecimiento me impresionó más todavía. Al asistir a aquella boda, hube de acordarme de la fiesta de Navidad. Pero voy a contarles lo que allí sucedió.

Hará unos cinco años, cierto día entre Navidad y Año Nuevo, recibí una invitación para un baile infantil que había de celebrarse en casa de una respetable familia amiga mía. El dueño de la casa era un personaje influyente que estaba muy bien relacionado; tenía un gran círculo de amistades, desempeñaba un gran papel en sociedad y solía urdir todos los enredos posibles; de suerte que podía suponerse, desde luego, que aquel baile de niños sólo era un pretexto para que las personas mayores, especialmente los señores papás, pudieran reunirse de un modo completamente inocente en mayor número que de costumbre y aprovechar aquella ocasión para hablar, como casualmente, de toda clase de acontecimientos y cosas notables. Pero como a mí las referidas cosas y acontecimientos no me interesaban lo más mínimo, y como entre los presentes apenas si tenía algún conocido, me pasé toda la velada entre la gente, sin que nadie me molestara, abandonado por completo a mí mismo.

Otro tanto hubo de sucederle a otro caballero, que, según me pareció, no se distinguía ni por su posición social, ni por su apellido, y, a semejanza mía, sólo por pura causalidad se encontraba en aquel baile infantil... Inmediatamente hubo de llamarme la atención. Su aspecto exterior impresionaba bien: era de gran estatura, delgado, sumamente serio e iba muy bien vestido. Se advertía de inmediato que no era amigo de distracciones ni de pláticas frívolas. Al instalarse en un rinconcito tranquilo, su semblante, cuyas negras cejas se fruncieron, asumió una expresión dura, casi sombría. Saltaba a la vista que, quitando al dueño de la casa, no conocía a ninguno de los presentes. Y tampoco era difícil adivinar que aquella fiestecita lo aburría hasta la náusea, aunque, a pesar de ello, mostró hasta el final el aspecto de un hombre feliz que pasa agradablemente el tiempo. Después supe que procedía de la provincia y sólo por una temporada había venido a Petersburgo, donde debía de fallarse al día siguiente un pleito, enrevesado, del que dependía todo su porvenir. Se le había presentado con una carta de recomendación a nuestro amigo el dueño de la casa, por lo que aquél cortésmente lo había invitado a la velada: pero, según parecía, no contaba lo más mínimo con que el dueño de la casa se tomase por él la más ligera molestia. Y como allí no se jugaba a las cartas y nadie le ofrecía un cigarro ni se dignaba dirigirle la palabra -probablemente conocían ya de lejos al pájaro por la pluma-, se vio obligado nuestro hombre, para dar algún entretenimiento a sus manos, a estar toda la noche mesándose las patillas. Tenía, verdaderamente, unas patillas muy hermosas; pero, así y todo, se las acariciaba demasiado, dando a entender que primero habían sido creadas aquellas patillas, y luego le habían añadido el hombre, con el solo objeto de que les prodigase sus caricias.

Además de aquel caballero que no se preocupaba lo más mínimo por aquella fiesta de los cinco chicos pequeñines y regordetes del anfitrión, hubo de chocarme también otro individuo. Pero éste mostraba un porte totalmente distinto: ¡era todo un personaje!

Se llamaba Yulián Mastakóvich. A la primera mirada se comprendía que era un huésped de honor y se hallaba, respecto al dueño de la casa, en la misma relación, aproximadamente, en que respecto a éste se encontraba el forastero desconocido. El dueño de la casa y su señora se desvivían por decirle palabras lisonjeras, le hacían lo que se dice la corte, lo presentaban a todos sus invitados, pero sin presentárselo a ninguno. Según pude observar, el dueño de la casa mostró en sus ojos el brillo de una lagrimita de emoción cuando Yulián Mastakóvich, elogiando la fiesta, le aseguró que rara vez había pasado un rato tan agradable. Yo, por lo general, suelo sentir un malestar extraño en presencia de hombres tan importantes; así que, luego de recrear suficientemente mis ojos en la contemplación de los niños, me retiré a un pequeño boudoir, en el que, por casualidad, no había nadie, y allí me instalé en el florido parterre de la dueña de la casa, que cogía casi todo el aposento.

Los niños eran todos increíblemente simpáticos e ingenuos y verdaderamente infantiles, y en modo alguno pretendían dárselas de mayores, pese a todas las exhortaciones de ayas y madres. Habían literalmente saqueado todo el árbol de Navidad hasta la última rama, y también tuvieron tiempo de romper la mitad de los juguetes, aun antes de haber puesto en claro para quién estaba destinado cada uno. Un chiquillo de aquellos de negros ojos y rizos negros, hubo de llamarme la atención de un modo particular: estaba empeñado en dispararme un tiro, pues le había tocado una pistola de madera. Pero la que más llamaba la atención de los huéspedes era su hermanita. Tendría ésta unos once años, era delicada y pálida, con unos ojazos grandes y pensativos. Los demás niños debían de haberla ofendido por algún concepto, pues se vino al cuarto donde yo me encontraba, se sentó en un rincón y se puso a jugar con su muñeca. Los convidados se señalaban unos a otros con mucho respeto a un opulento comerciante, el padre de la niña, y no faltó quién en voz baja hiciese observar que ya tenía apartados para la dote de la pequeña sus buenos trescientos mil rublos en dinero contante y sonante. Yo, involuntariamente, dirigí la vista hacia el grupo que tan interesante conversación sostenía, y mi mirada fue a dar en Yulián Mastakóvich, que, con las manos cruzadas a la espalda y un poco ladeada la cabeza, parecía escuchar muy atentamente el insulso diálogo. Al mismo tiempo hube de admirar no poco la sabiduría del dueño de la casa, que había sabido acreditarla en la distribución de los regalos. A la muchacha que poseía ya trescientos mil rublos le había correspondido la muñeca más bonita y más cara. Y el valor de los demás regalos iba bajando gradualmente, según la categoría de los respectivos padres de los chicos. Al último niño, un chiquillo de unos diez años, delgadito, pelirrojo y con pecas, sólo le tocó un libro que contenía historias instructivas y trataba de la grandeza del mundo natural, de las lágrimas de la emoción y demás cosas por el estilo: un árido libraco, sin una estampa ni un adorno.

Era el hijo de una pobre viuda, que les daba clase a los niños del anfitrión, y a la que llamaban, por abreviar, el aya. Era el tal chico un niño tímido, pusilánime. Vestía una blusilla rusa de nanquín barato. Después de recoger su libro, anduvo largo rato huroneando en torno a los juguetes de los demás niños; se le notaban unas ganas terribles de jugar con ellos; pero no se atrevía; era claro que ya comprendía muy bien su posición social. Yo contemplaba complacido los juguetes de los niños. Me resultaba de un interés extraordinario la independencia con que se manifestaban en la vida. Me chocaba que aquel pobre chico de que hablé se sintiera tan atraído por los valiosos juguetes de los otros nenes, sobre todo por un teatrillo de marionetas en el que seguramente habría deseado desempeñar algún papel, hasta el extremo de decidirse a una lisonja. Se sonrió y trató de hacerse simpático a los demás: le dio su manzana a una nena mofletuda, que ya tenía todo un bolso de golosinas, y llegó hasta el punto de decidirse a llevar a uno de los chicos a cuestas, todo con tal de que no lo excluyesen del teatro. Pero en el mismo instante surgió un adulto, que en cierto modo hacía allí de inspector, y lo echó a empujones y codazos. El chico no se atrevió a llorar. En seguida apareció también el aya, su madre, y le dijo que no molestase a los demás. Entonces se vino el chico al cuarto donde estaba la nena. Ella lo recibió con cariño, y ambos se pusieron, con mucha aplicación, a vestir a la muñeca.

Yo llevaba ya sentado media horita en el parterre, y casi me había adormilado, arrullado inconscientemente por el parloteo infantil del chico pelirrojo y la futura belleza con dote de trescientos mil rublos, cuando de repente hizo irrupción en la estancia Yulián Mastakóvich. Aprovechó la ocasión de haberse suscitado una gran disputa entre los niños del salón para desaparecer de allí sin ser notado. Hacía unos minutos nada más lo había visto yo al lado del opulento comerciante, padre de la pequeña, en vivo coloquio, y, por alguna que otra palabra suelta que cogiera al vuelo, adiviné que estaba ensalzando las ventajas de un empleo con relación a otro. Ahora estaba pensativo, en pie, junto al parterre, sin verme a mí, y parecía meditar algo.

"Trescientos..., trescientos... -murmuraba-. Once.... doce..., trece..., dieciséis... ¡Cinco años! Supongamos al cuatro por ciento... Doce por cinco... Sesenta. Bueno; pongamos, en total, al cabo de cinco años... Cuatrocientos. Eso es... Pero él no se ha de contentar con el cuatro por ciento, el muy perro. Lo menos querrá un ocho y hasta un diez. ¡Bah! Pongamos... quinientos mil... ¡Hum! Medio millón de rublos. Esto es ya mejor... Bueno...; y luego, encima, los impuestos... ¡Hum!"

Su resolución era firme. Se escombró, y se disponía ya a salir de la habitación, cuando, de pronto, hubo de reparar en la pequeña. que estaba con su muñeca en un rincón, junto al niñito pobre, y se quedó parado. A mí no me vio, escondido, como estaba, detrás del denso follaje. Según me pareció, estaba muy excitado. Difícil sería, no obstante, precisar si su emoción era debida a la cuenta que acababa de echar o a alguna otra causa, pues se frotó sonriendo las manos, y parecía como si no pudiese estarse quieto. Su excitación fue creciendo hasta un extremo incomprensible, al dirigir una segunda y resuelta mirada a la rica heredera. Quiso avanzar un paso; pero volvió a detenerse y miró con mucho cuidado en torno suyo. Luego se aproximó de puntillas, como consciente de una culpa, lentamente y sin hacer ruido, a la pequeña. Como ésta se hallaba detrás del chico, se inclinó el hombre y le dio un beso en su cabecita. La pequeña lanzó un grito, asustada, pues no había advertido hasta entonces su presencia.

-¿Qué haces aquí, hija mía? -le preguntó por lo bajo, miró en torno suyo y le dio luego una palmadita en las mejillas.

-Estamos jugando...

-¡Ah! ¿Con éste? -y Yulián Mastakóvich lanzó una mirada al pequeño-. Mira, niño: mejor estarías en la sala -le dijo.

El chico no replicó, y se le quedó mirando fijo. Yulián Mastakóvich volvió a echar una rápida ojeada en torno suyo, y de nuevo se inclinó hacia la pequeña.

-¿Qué es esto, niña? ¿Una muñeca? -le preguntó.

-Sí, una muñequita... -repuso la nena algo forzada, y frunció levemente el ceño.

-Una muñeca... Pero ¿sabes tú, hija mía, de qué se hacen las muñecas?

-No... -respondió la niña en un murmullo, y volvió a bajar la cabeza.

-Bueno; pues mira: las hacen de trapos viejos, corazón. Pero tú estarías mejor en la sala, con los demás niños -y Yulián Mastakóvich, al decir esto, dirigió una severa mirada al pequeño. Pero éste y la niña fruncieron la frente y se apretaron más el uno contra el otro. Por lo visto, no querían separarse.

-¿Y sabes tú también para qué te han regalado esta muñeca? -tornó a preguntar Yulián Mastakóvich, que cada vez ponía en su voz más mimo.

-No.

-Pues para que seas buena y cariñosa.

Al decir esto, tornó Yulián Mastakóvich a mirar hacia la puerta, y luego le preguntó a la niña con voz apenas perceptible, trémula de emoción e impaciencia:

-Pero ¿me querrás tú también a mí si les hago una visita a tus padres? Al hablar así, intentó Yulián Mastakóvich darle otro beso a la pequeña; pero al ver el niño que su amiguita estaba ya a punto de romper en llanto, se apretujó contra su cuerpecito, lleno de súbita congoja, y por pura compasión y cariño rompió a llorar alto con ella. Yulián Mastakóvich se puso furioso.

-¡Largo de aquí! ¡Largo de aquí -le dijo con muy mal genio al chico-. ¡Vete a la sala! ¡Anda a reunirte con los demás niños!

-¡No, no, no! ¡No quiero que se vaya! ¿Por qué tiene que irse? ¡Usted es quien debe irse! -clamó la nena-. ¡Él se quedará aquí! ¡Déjele usted estar! -añadió casi llorando.

En aquel instante sonaron voces altas junto a la puerta y Yulián Mastakóvich irguió el busto imponente. Pero el niño se asustó todavía más que Yulián Mastakóvich; soltó a la amiguita y se escurrió, sin ser visto, a lo largo de las paredes, en el comedor. También al comedor se trasladó Yulián Mastakóvich, cual si nada hubiera pasado. Tenía el rostro como la grana, y como al pasar ante un espejo se mirase en él, pareció asombrarse él mismo de su aspecto. Quizá lo contrariase haberse excitado tanto y hablado de manera tan destemplada. Por lo visto, sus cálculos lo habían absorbido y entusiasmado de tal modo, que a pesar de toda su dignidad y astucia, procedió como un verdadero chiquillo, y en seguida, sin pararse a reflexionar, empezaba a atacar su objetivo. Yo lo seguí al otro cuarto..., y en verdad que fue un raro espectáculo el que allí presencié. Pues vi nada menos que a Yulián Mastakóvich, el digno y respetable Yulián Mastakóvich, hostigar al pequeño, que cada vez retrocedía más ante él y, de puro asustado, no sabía ya dónde meterse.

-¡Vamos, largo de aquí! ¿Qué haces aquí, holgazán? ¡Anda, vete! Has venido aquí a robar fruta, ¿verdad? Habrás robado alguna, ¿eh? ¡Pues lárgate en seguidita, que ya verás, si no, cómo te arreglo yo a ti!

El muchacho, azorado, se resolvió, finalmente, a adoptar un medio desesperado de salvación: se metió debajo de la mesa. Pero al ver aquello se puso todavía más furioso su perseguidor. Lleno de ira, tiró del largo mantel de batista que cubría la mesa, con objeto de sacar de allí al chico. Pero éste se estuvo quietecito, muertecito de miedo, y no se movió. Debo hacer notar que Yulián Mastakóvich era algo corpulento. Era lo que se dice un tipo gordo, con los mofletes colorados, una ligera tripa, rechoncho y con las pantorrillas gordas...; en una palabra: un tipo forzudo, que todo lo tenía redondito como la nuez. Gotas de sudor le corrían ya por la frente; respiraba jadeando y casi con estertor. La sangre, de estar agachado, se le subía, roja y caliente, a la cabeza. Estaba rabioso, de puro grande que eran su enojo o, ¿quién sabe?, sus celos. Yo me eché a reír alto. Yulián Mastakóvich se volvió como un relámpago hacia mí, y, no obstante su alta posición social, su influencia y sus años, se quedó enteramente confuso. En aquel instante entró por la puerta frontera el dueño de la casa. El chico se salió de debajo de la mesa y se sacudió el polvo de las rodillas y los codos. Yulián Mastakóvich recobró la serenidad, se llevó rápidamente el mantel, que aún tenía cogido de un pico, a la nariz, y se sonó.

El dueño de la casa nos miró a los tres sorprendido; pero, a fuer de hombre listo que toma la vida en serio, supo aprovechar la ocasión de poder hablar a solas con su huésped.

-¡Ah! Mire usted: éste es el muchacho en cuyo favor tuve la honra de interesarle... -empezó, señalando al pequeño.

-¡Ah! -replicó Yulián Mastakóvich, que seguía sin ponerse a la altura de la situación.

-Es el hijo del aya de mis hijos -continuó explicativo el dueño de la casa, y en tono comprometedor-, una pobre mujer. Es viuda de un honorable funcionario. ¿No habría medio, Yulián Mastakóvich...?

-¡Ah! Lo había olvidado. ¡No, no! -lo interrumpió éste presuroso-. No me lo tome usted a mal, mi querido Filipp Aleksiéyevich; pero es de todo punto imposible. Me he informado bien; no hay, actualmente, ninguna vacante, y aun cuando la hubiese, siempre tendría éste por delante diez candidatos con mayor derecho... Lo siento mucho, créame; pero...

-¡Lástima! -dijo pensativo el dueño de la casa-. Es un chico muy juicioso y modesto...

-Pues a mí, por lo que he podido ver, me parece un tunante -observó Yulián Mastakóvich con forzada sonrisa-. ¡Anda! ¿Qué haces aquí? ¡Vete con tus compañeros! -le dijo al muchacho, encarándose con él.

Luego no pudo, por lo visto, resistir la tentación de lanzarme a mí también una mirada terrible. Pero yo, lejos de intimidarme, me reí claramente en su cara. Yulián Mastakóvich la volvió inmediatamente a otro lado y le preguntó de un modo muy perceptible al dueño de la casa quién era aquel joven tan raro. Ambos se pusieron a cuchichear y salieron del aposento. Yo pude ver aún, por el resquicio de la puerta, cómo Yulián Mastakóvich, que escuchaba con mucha atención al dueño de la casa, movía la cabeza admirado y receloso.

Después de haberme reído lo bastante, yo también me trasladé al salón. Allí estaba ahora el personaje influyente, rodeado de padres y madres de familia y de los dueños de la casa, y hablaba en tono muy animado con una señora que acababan de presentarle. La señora tenía cogida de la mano a la pequeña que Yulián Mastakóvich besara hacía diez minutos. Ponderaba el hombre a. la niña, poniéndola en el séptimo cielo; ensalzaba su hermosura, su gracia, su buena educación, y la madre lo oía casi con lágrimas en los ojos. Los labios del padre sonreían. El dueño de la casa participaba con visible complacencia en el júbilo general. Los demás invitados también daban muestras de grata emoción, e incluso habían interrumpido los juegos de los niños para que éstos no molestasen con su algarabía. Todo el aire estaba lleno de exaltación. Luego pude oír yo cómo la madre de la niña, profundamente conmovida, con rebuscadas frases de cortesía, rogaba a Yulián Mastakóvich que le hiciese el honor especial de visitar su casa, y pude oír también cómo Yulián Mastakóvich, sinceramente encantado, prometía corresponder sin falta a la amable invitación, y cómo los circunstantes, al dispersarse por todos lados, según lo pedía el uso social, se deshacían en conmovidos elogios, poniendo por las nubes al comerciante, su mujer y su nena, pero sobre todo a Yulián Mastakóvich.

-¿Es casado ese señor? -pregunté yo alto a un amigo mío, que estaba al lado de Yulián Mastakóvich.

Yulián Mastakóvich me lanzó una mirada colérica, que reflejaba exactamente sus sentimientos.

-No -me respondió mi amigo, visiblemente contrariado por mi intempestiva pregunta, que yo, con toda intención, le hiciera en voz alta.

***

Hace un par de días hube de pasar por delante de la iglesia de ***. La muchedumbre que se apiñaba en el balcón, y sus ricos atavíos, hubieron de llamarme la atención. La gente hablaba de una boda. Era un nublado día de otoño, y empezaba a helar. Yo entré en la iglesia, confundido entre el gentío, y miré a ver quién fuese el novio. Era un tío bajo y rechoncho, con tripa y muchas condecoraciones en el pecho. Andaba muy ocupado, de acá para allá, dando órdenes, y parecía muy excitado. Por último, se produjo en la puerta un gran revuelo; acababa de llegar la novia. Yo me abrí paso entre la multitud y pude ver una beldad maravillosa, para la que apenas despuntara aún la primera primavera. Pero estaba pálida y triste. Sus ojos miraban distraídos. Hasta me pareció que las lágrimas vertidas habían ribeteado aquellos ojos. La severa hermosura de sus facciones prestaba a toda su figura cierta dignidad y solemnidad altivas. Y, no obstante, a través de esa seriedad y dignidad y de esa melancolía, resplandecía el alma inocente, inmaculada, de la infancia, y se delataba en ella algo indeciblemente inexperto, inconsciente, infantil, que, según parecía, sin decir palabra, tácitamente, imploraba piedad.

Se decía entre la gente que la novia apenas si tendría dieciséis años. Yo miré con más atención al novio, y de pronto reconocí al propio Yulián Mastakóvich, al que hacía cinco años que no volviera a ver. Y miré también a la novia. ¡Santo Dios! Me abrí paso entre el gentío en dirección a la salida, con el deseo de verme cuanto antes lejos de allí. Entre la gente se decía que la novia era rica en dinero contante y sonante y que poseía medio millón de rublos, más una renta por valor de tanto y cuanto...

"¡Le salió bien la cuenta”, pensé yo, y me salí a la calle.


Fiódor Dostoyevski (Moscú, 1821-1881)

Almas Gemelas II

| 30 agosto 2009 | 5 Opiniones |
Hace más de un año hice un post sobre celebridades [y no tanto] que según mi punto de vista mantienen cierto parecido entre sí. Mi hermana [quien ya hizo su versión], me pedía y me pedía que hiciera mi segunda parte, y pues aquí está. Todo surgió porque en la tv vi una entrevista a Diego Luna y me vino el primer comparativo. Esta vez no están tan producidos como el primer post. Bueno, para qué hablo, mejor dejo que Ustedes juzguen.



Diego Luna + Paul McCartney


Diego Luna + Paul McCartney


Leando Augusto + perro afgano


Katy Perry + Zooey Deschanel


Diego Luna + Marco Naconio Solís



Morgan Freeman + Kofi Annan

Cheers!